El cáncer puede empezar en cualquier lugar del cuerpo humano, el cual está formado de trillones de células. Normalmente, las células humanas crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células normales envejecen o se dañan, mueren, y células nuevas las remplazan. Sin embargo, en el cáncer, este proceso ordenado se descontrola.
¿Qué es un sarcoma? es el término general para los tumores malignos que se originan en estos tejidos. Los sarcomas se dividen principalmente en sarcomas óseos (los que se originan en hueso) y los sarcomas de las partes blandas (SPB) que incluyen a los que se originan del tejido graso, muscular, tendones, vasos sanguíneos, nervios y de los tejidos profundos de la piel.
La mayoría de los sarcomas no tienen causa conocida. Existen factores de riesgo que pueden incrementar el riesgo de sufrir esta enfermedad, tales como radioterapia previa, exposición a sustancias químicas, susceptibilidad genética, infecciones virales con inmunodeficiencia entre otros.
Cualquier masa o bulto de tejido blando palpable debe ser evaluada cuidadosamente, sobre todo cuando su tamaño es mayor a 5 centímetros, está localizada profundamente y el paciente es consciente de su crecimiento rápido.
Inicialmente la masa suele ser indolora, pero cuando los tumores aumentan de tamaño el dolor puede manifestarse, ya que la masa hará presión sobre los músculos y las terminaciones nerviosas y, en algunos casos, puede llegar a comprimir los órganos que rodean la zona afectada.
Cuando un paciente es referido a un cirujano oncólogo por sospecha de la existencia de un sarcoma, la primera prueba a realizar para diagnosticarlo es una resonancia magnética nuclear (RMN) de la zona. Esta prueba confirmará si el paciente tiene un tumor y aportará información sobre sus características y/o la afectación a órganos cercanos.
De ser positivo, se realiza un biopsia para confirmar estos resultados. Es fundamental hacerlo antes de extirpar el tumor, pues la intervención quirúrgica variará si se trata de un tumor benigno o maligno.
Si resulta un tumor maligno, se recomienda realizar el TAC del tórax para descartar diseminación o metástasis en el pulmón. Si el paciente presenta metástasis, la opción de resecarla quirúrgicamente se considera si el tiempo transcurrido entre el tratamiento del SPB y la aparición de metástasis es de un año o más.Cuando la cirugía no es una opción, el tratamiento de elección es la quimioterapia con el objetivo de detener el crecimiento del tumor.
Karla Presidente
Ortopedia oncológica
Miembro de Asociación Salvadoreña de Oncología (ASONCO)
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