Los cigarrillos electrónicos, sus efectos nocivos y su relación con el cáncer

Los cigarrillos electrónicos son dispositivos para fumar que funcionan con pilas o se cargan. Algunos parecen cigarrillos o pipas tradicionales, otros similares a bolígrafos o memorias USB. Usan un cartucho (o cápsula) lleno de líquido.

El líquido típicamente contiene nicotina, saborizantes y otros químicos. Al utilizar el dispositivo, se activa un elemento térmico, este calienta el líquido en la cápsula y lo convierte en vapor, el cual se inhala, por eso se llama “vapeo”.

PELIGROS DEL “VAPEO”

Los cigarrillos electrónicos no son una alternativa más segura para dejar de fumar. Los estudios han demostrado que la mayoría de los cigarrillos electrónicos contienen sustancias químicas nocivas, incluida la nicotina. Incluso el contenido etiquetado en los cartuchos suele ser diferente al valor real, esto conlleva a mayor riesgo de adicción. Algunos cigarrillos electrónicos no contienen nicotina pero sí utilizan una serie de compuestos químicos para producir vapor, saborizantes y odorizantes.

Generalmente los ingredientes en el líquido no están etiquetados, esto significa que no sabemos con seguridad qué hay en el líquido, pero se ha demostrado que el vapor de un cigarrillo electrónico puede contener sustancias perjudiciales como compuestos orgánicos volátiles, además contienen propilenglicol y/o glicerina vegetal, utilizadas para producir “niebla”, los cuales al alcanzar ciertos niveles en el organismo pueden causar irritación en ojos, nariz y garganta, vías respiratorias y severa irritación pulmonar.

Además pueden causar daño al hígado, riñones y sistema nervioso.

RIESGO DE PADECER CÁNCER

Análisis han demostrado que en el líquido utilizado en los cigarrillos electrónicos se han encontrado: formaldehido, acetaldehído, tolueno, nitrosaminas y metales pesados como plomo, estaño y níquel; todas estas sustancias están asociadas al cáncer de pulmón, esófago, estómago y vejiga, entre otros. Las entidades de salud encargadas de la investigación del cáncer a escala mundial previenen a la población a no considerar al cigarrillo electrónico como una práctica inofensiva y han determinado la urgente necesidad de estudios a largo plazo sobre el efecto cancerígeno del “vapeo”.

Félix Eduardo Leiva
Cirujano Oncólogo
Miembro de la Asociación de Oncología de El Salvador (ASONCO).

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