A la hora de diagnosticar, tratar y evaluar el pronóstico de un paciente con cáncer el factor que no puede faltarle a su oncólogo es la biopsia del tumor. Pero, ¿qué es una biopsia? En general se define como la extracción de células o tejidos que forman parte de un tumor para ser examinados con un microscopio.
Existen muchos tipos , los más comunes son: biopsia incisional, en la que se extrae sólo una muestra del tejido; biopsia escisional, en la que se extrae por completo una masa o un área sospechosa y la biopsia con aguja, en la que se extrae una muestra de tejido o líquido con una aguja.
Poco se nos ha hablado de la biopsia líquida, un término acuñado en el 2004, y consiste en una prueba que se realiza en una muestra de sangre de personas con cáncer con el fin de buscar, contar y evaluar células tumorales, el ADN de éstas o trozos del mismo que circulen en la sangre.
Las biopsias líquidas ayudan a diagnosticar el cáncer en estadios tempranos, planificar el tratamiento y evaluar su eficacia, detectar de forma temprana enfermedad residual mínima, recurrencia tumoral y metástasis. Una de las ventajas que ofrece es que evita biopsias con métodos invasivos, permite obtener información de tumores con ubicación de difícil acceso, ayuda a determinar mutaciones genéticas asociadas al cáncer que orientan tratamientos específicos. En un futuro cercano se espera que esta técnica permita la detección temprana de metástasis no visibles y predecir la supervivencia de los pacientes.
No todas las personas con cáncer tienen niveles suficientes de células tumorales o de su ADN en sangre para ser detectadas con los métodos actuales. Uno de sus principales inconvenientes es que su precio es mayor que el de una biopsia convencional, lo que la vuelve de difícil acceso para muchas familias que sufren algún tipo de cáncer.
Pese a que tiene poco tiempo de existir formalmente en el mundo de la medicina, la biopsia líquida constituye un campo de investigación e innovación continua. Hasta el momento, se cuentan con evidencia de su
aplicación en pacientes con cáncer de mama, próstata, pulmón, melanoma, colon y recto, linfomas y sarcomas. Pese a que actualmente por costos y algunas de sus limitantes no es considerada el estándar de oro, existen algunos métodos que cuentan con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para su uso en pacientes.
Flor de María Cuéllar
Cirujano Oncólogo
Miembro de la Asociación Salvadoreña de Oncología (ASONCO)
Categoria: Información